Why do birds suddenly appear?
Close to you – Hal David
Close to you – Hal David
Aunque
inicialmente me había propuesto no incluir posts excesivamente
vinculados a la actualidad urgente, hoy voy a hacer una excepción provocada por
una coincidencia singular.
La
final de MasterChef del martes pasado y la presentación del trabajo de mis
alumnos del Master MeDEA de la Carlos III ante el tribunal examinador han
tenido lugar con menos de 20 horas de diferencia y en ambas hay un concepto que
las vincula y al que hoy me referiré de manera muy preliminar, porque dará para
mucho más: la TV Social.
MasterChef
ha sido un programa no especialmente innovador, con un formato franquiciado por
la BBC, que ha ido de menos a más en el share semana a semana, hasta
las cifras record de la final con un 33% ( y un minuto de oro con más de un 47%)
en estos tiempos donde es tan caro el doble digito. Además de su evidente
éxito, con un equilibrio más que digno entre el producto bien hecho y el
impacto popular, que otros analizarán mucho mejor que yo, ha contribuido a
avivar las discusiones sobre el modelo de patrocinio de TVE, a pesar de
provenir de otra televisión pública (NB: tal vez la discusión no habría
sobrevenido con datos más modestos de audiencia, pero eso es otra historia).
Lo que hoy quiero subrayar es el magnífico trabajo que, en mi opinión, ha hecho
el equipo de Medios Interactivos de RTVE, reforzando e incrementando la
vinculación del espectador a través de las redifusiones y la segunda pantalla.
Hasta hoy, el fenómeno emergente de los smartphone y tabletas de uso
simultaneo a la emisión en la pantalla principal tenía un carácter casi
testimonial y no siempre había una correlación entre la audiencia medida y el
ruido de las redes. De hecho, era fácil inducir la importancia que existía en
esa leve correlación de acuerdo con la franja de edad del público objetivo: más
jóvenes, más ruido en redes, aunque no siempre más audiencia comercial.
Con
MasterChef se ha marcado un record de participación en las redes. Casi un
cuarto de millón de comentarios con más de 110.000 personas participando en el
intercambio durante la emisión de la final.
Para mí resulta evidente que aunque esta no sea la única razón
del éxito, la vinculación emocional de los espectadores y su participación han
tenido un protagonismo crucial en el resultado final y abren la necesidad
urgente de que los actores del audiovisual reconozcan de verdad la importancia
del nuevo fenómeno, que no es tanto la de los televisores conectados (que aún
no suponen una cifra crítica, e incluso no están conectados a pesar de ofrecer
la posibilidad técnica) como la de el ESPECTADOR CONECTADO
con diversos dispositivos y simultaneando actividades. Ese sí es un fenómeno
del que ya no nos podemos desentender y al que hay que encontrarle métricas
válidas como inteligentemente reclamaba hace pocos día Pablo
Romero de Yomvi .
La segunda pantalla utilizada de manera inteligente refuerza el
vínculo emocional de los espectadores con la emisión, la lealtad al programa y
a la marca y estimula no solo la participación sino la compartición, con lo que
tiene de valor de prescripción para la captación de audiencias
adicionales.
Los anunciantes ya andan sobre la pista de este nuevo
comportamiento y los analistas avanzan en la comprensión del fenómeno ( ver documento Havas
Media ).
Yo pienso seguir muy de cerca este asunto, y mis chicas/chicos
(Belén, Elena, Azeddine, Ismael, Orestes y Xavi) lo han entendido tan bien, que
su proyecto POPAPP ha merecido la nota máxima.
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