miércoles, 26 de junio de 2013

EL ESPECTRO DEMEDIADO (y III). ¿Quid prodest?


"When a true genius appears in the world, you may know him by
this sign, that the dunces are all in confederacy against him". 

A Confederacy of Dunces - John Kennedy Toole 

Los dos posts anteriores dedicados al dividendo digital parecen incompletos sin intentar encontrar una razón para justificar el singular escenario que se ha configurado.
Un repaso de los principales actores podría ayudar en esta identificación con el clásico método policiaco de descartar a uno o varios potenciales beneficiarios y a partir de ahí, deducir un posible móvil (sin segunda intención).
Los operadores de LTE podrían ser los principales sospechosos, pero un conocimiento apenas superficial de sus actuaciones, permite concluir que aunque ganaron y pagaron por el uso del espectro, la situación económica general, la escasez y coste de terminales adecuados y las experiencias ya existentes en otras latitudes no les urgen a ningún adelanto sobre la fecha inicialmente comprometida del 1 de enero de 2015, como muy bien ilustraba Santiago Campos, Director General de UTECA, en un reciente artículo de Expansión titulado Los ritmos del 4G.


Los radiodifusores de televisión, tal vez. Aunque no es menos cierto que TVE y las autonómicas bastante tienen con su dimensionamiento y las dificultades de encontrar financiación pública en la actual gymkana de recortes. Y las televisiones comerciales, a las que dedique el anterior post de esta serie, siguen en su cortoplacista batalla por robarse el share entre ellas y a las públicas para repartirse la menguante tarta publicitaria ignorando de facto la creciente importancia de los consumos audiovisuales alternativos que un escrupuloso análisis porteriano no debería haber pasado por alto (tal vez no lo hayan hecho, pero actúan como si no les importara). A ellos les vendría mejor más espectro, para pasarse cuanto antes a HD y poder seguir en la competición.
Podrían ser operadores alternativos de cable/satélite o televisiones de pago, pero la historia reciente muestra que en España ha sido una misión imposible romper la barrera del 25% para esas formas de consumo y no creo que este trajín vaya a cambiar eso.
La industria y los instaladores, no pueden ser, porque cualquier pozo de agua es percibido como un oasis en un desierto de obra nueva y actuaciones, y no está la situación como para despreciar una oportunidad por reducido que sea el caudal del chorro.
Desde luego los espectadores no son. La AUC, en un reciente comunicado, pedía al Gobierno el mantenimiento de la actual oferta de televisión en abierto. El ciudadano medio se rascó el bolsillo para tener TDT y difícilmente entenderá un recorte de la oferta disponible.
Nos queda la Administración, que a pesar de haber inquietado a todos los demás con este sí es no es de la segunda transición con la ayuda de la sentencia del Tribunal Supremo y el mantra de la reducción de costes, se metería en un jardín de considerables proporciones y costosísimo resultado final si mantiene el sostenella y no enmendalla.
No hay mayordomo y se me han acabado los sospechosos. ¿Y si todo fuera consecuencia de un delirio?

2 comentarios:

  1. Estimado Andrés, quizá en tú última frase das la clave de todo. Los que tiempos ha, realizamos eso que dio en llamarse servicio militar, sin ser especialmente castrenses, del ejercito aprendimos una ecuación “Orden + Contraorden = Desorden”, que por simple, no deja de ser parte de la cruda realidad. Y eso es lo que ha pasado. Hace ya años, muchos de los mejores técnicos y profesionales que andan por estos lares, diseñaron un plan de transición, aunque más bien era uno plan de apoyo a la industria. Posteriormente, a ese taxi se fueron subiendo recién llegados que se daban ínfula de sabiduría y clarividencia, deviniendo esta aventura en un autobús a toda velocidad, sin conductor y sin frenos. Así sobre la, previsiblemente fértil, llanura de la televisión digital, las diversas horas de bárbaros que sobre ella han pretendido medrar la están dejando como un secarral. Y es eso lo que ha pasado, sobre un plan, que con sus errores, tenía unos objetivos claros, y una evolución predecible, nos encontramos ahora con un engendro jurídico, difícil de entender y sobretodo, imposible de compartir. ¿Solución? Desde mi modesto entender, no intentar arreglar nada, sino volver a partir de 0, teniendo en cuenta el interés común de todos, el espectro. No digo que sea fácil, pero sí factible.

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  2. Querido Juan Ángel:

    Muchas gracias por tu seguimiento y tus lúcidos y solventes comentarios.

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